Apreciadas por su sabor desde la época romana, al natural o en las más sofisticadas elaboraciones, las ostras son siempre exquisitas.
Los entendidos recomiendan desechar el agua que contienen al abrirlas y servirla con la que regenerarán ellas solas en unos minutos.
Dispóngalas en círculo o en fila sobre una fuente o un plato que le guste, sobre hielo picado, sobre algas, brotes verdes o sobre una simple piedra de pizarra. Su presentación será excepcional.
Ahora bien, lo verdaderamente importante de las ostras del Eo es su extraordinario sabor, un placer para cualquier amante del marisco. Son, en efecto, un auténtico lujo gastronómico al alcance de todos. Sírvalas acompañadas de pan con mantequilla salada o con un toque de pimienta negra. Encontrará muchísimas recetas que le permitirán disfrutar de este excepcional producto en nuestro canal de Pinterest.
Simplemente abiertas, al natural, con apenas una gota de limón, son como saborear el mar, y en este caso el estuario del Eo, como paladear un gran reserva.