Nuestro cultivo se extiende a lo largo de tres hectáreas en la zona intermareal de la ensenada de La Linera, en el pueblo de Castropol, situado en la margen asturiana de la desembocadura del río Eo.
Al ser una zona de gran valor ecológico (reserva de la biosfera y reserva natural del Principado de Asturias) desarrollamos un cultivo extensivo y sostenible, es decir, que aprovecha la riqueza natural de la ría del Eo para que las ostras crezcan sin necesidad de aportarles ningún tipo de nutrientes ni otros productos que pudieran beneficiar su crecimiento y con la mínima infraestructura necesaria.
Se trata de un cultivo sobreelevado en parrillas, también llamadas mesas ostrícolas, unas estructuras de hierro de unos 0,5 m de altura sobre las que se sujetan los sacos o poches que contienen las ostras desde que se “siembran” hasta su recolección. Estas mesas están ordenadas en filas y cada una de ellas sostiene cinco sacos sujetos con gomas y ganchos por un lado para evitar que el mar o el viento los tiren al suelo fangoso donde las ostras morirían en pocos días.
Nuestro parque de cultivo contiene en torno a 4.000 mesas de unos 3 metros cada una, en las que se acomodan aproximadamente 20.000 sacos ostrícolas. El resultado es una producción de unas 55 toneladas al año (aproximadamente 550.000 ostras).
La zona donde está instalado el cultivo es intermareal, es decir, que las parrillas quedan cubiertas por el agua o totalmente al descubierto dos veces cada día. Por lo tanto, las ostras viven sujetas al ritmo de las mareas y todos los días del año pasan varias horas sin agua, lo que les obliga a desarrollar un potente músculo que las mantenga cerradas.”